viernes, 7 de agosto de 2009

Una pasión convertida en muerte



Autor: Marcelo Montoya Acevedo
Fotos: Cortesía

La pasión de Gabriel es la historia de un sacerdote que, por sus convicciones y vocación social sacrifica su vida en función de la justicia y de la moral en su máxima expresión.
Esta historia está inspirada en hechos reales, tiene una clara identidad colombiana y transmite una problemática universal. La película demuestra cómo la realidad supera la ficción y cómo los hombres comunes también pueden ser héroes.
La pasión de Gabriel cuestiona el voto de castidad y refleja las debilidades humanas de los sacerdotes. Revela además cómo la salvación cristiana puede darse sin la liberación social ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre.
Pero no sólo de los votos de castidad habla esta producción, no es únicamente la vida de un sacerdote enamorado la que se cuenta aquí. En la cinta también se puede encontrar el conflicto armado que ha vivido el país durante décadas, y que por desgracia durante muchos años ha tocado las poblaciones más vulnerables. La historia narra la lucha de un pueblo enmarcado en la violencia que tiene como único propósito poder vivir en paz, pero que el temor y abandono total del Estado, le impide concentrarse en eso. Pero la pasión de un sacerdote, de un hombre enamorado de su vocación, y que como cualquier otro, también siente amor y desea a la mujer, es lo que obliga a desviar la atención de las autoridades públicas y militares, y de la comunidad, quienes se ven enfrentados a reclamar por sus derechos, sin importar los precios que deban pagar. Los enfrentamientos verbales y de fuerza que ejerce el padre Gabriel con los grupos armados legales e ilegales permite que el pueblo se vuelque a otros temas de interés, incluso a reclamar o aprobar la relación amorosa entre un sacerdote y una mujer.

Los reconcimientos
La cinta del director antioqueño, Luis Alberto Restrepo fue grabada en una zona escarpada y montañosa del departamento de Risaralda, se rodó con más exactitud en el municipio de Santuario y los corregimientos de Peralonso y Totui, además de Pereira.
Esta producción se realizó entre octubre y noviembre de 2007 en lugares que ofrecieron escenografías perfectas, por su lejanía con la capital y por las pocas comodidades.
La pasión de Gabriel fue estrenada ayer en todas las salas de cine del país, y se destaca por su proyección internacional, pues es una producción que ya ha recibido múltiples invitaciones de reconocidos festivales cinematográficos como, el 24º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata; y la selección a la 25ª versión de uno de los festivales más importantes de Europa del Este el Warsaw International Film Festival en Polonia. Así mismo, este largometraje recibió en el Festival de Cine de Guadalajara 2009, el Premio Mayahuel de Plata a Mejor Actor de largometraje con su protagonista Andrés Parra.
Todo esto y lo que le espera son razones suficientes para que el público cinéfilo de Medellín quiera ir a las salas de cine.

Ella y él
Andrés Parra (sacerdote Gabriel) es un apasionado del teatro que a los 16 años ya tenía encima la carga de director y actor. Su vida en la televisión arrancó en el 2004 en la telenovela Por amor a Gloria, de ahí en adelante empezaría con gran éxito su trasegar por las pantallas chica y grande. El cartel de los sapos y Muñoz vale por dos fueron dos de los retos más que pudo sortear en la televisión, sin embargo el cine no ha sido la excepción, Pues sus actuaciones se pudieron ver en El amor en los tiempos del cólera, Satanás, Perro come perro y ahora en La pasión de Gabriel.
María Cecilia Sánchez (Silvia, novia del sacerdote) es otra guerrera que a sabido ganarse su puesto en este difícil mundo. El teatro fue su primera escuela, de ahí muchos la recuerdan por ser la ganadora del reality La isla de los famosos, además de participaciones en el cine como Satanás, El arriero, Te amo Ana Elisa y ahora La pasión de Gabriel, donde es la protagonista.

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