jueves, 25 de junio de 2009

Una despedida sin rumbo



Autor: Marcelo Montoya Acevedo

El trovador de reflexiones, el hombre que a sus 72 años sigue inspirado, no quiso dejar de cantar sin regalarle su repertorio a Medellín. Por eso a partir de las 8 de la noche el misterio de Facundo Cabral desencadenará en el Teatro Metropolitano con su gira Ferrocabral.
Facundo Cabral, el mismo que salió de Argentina sin rumbo, y con el único propósito de recorrer cualquier camino sin preocuparse donde desembarcaría, decidió ponerle fin a su historia musical en los escenarios, y Medellín será privilegiada hoy de esa despedida. Su música dejará de sonar a través de su guitarra, sin importar los riesgos, al final, de eso se ha tratado su existir.
Este cantautor, como hemos aprendido a llamarlo encontró en uno de sus discos el nombre perfecto para decir adiós, para contar que ahora su camino sin importar la edad está detrás de las letras y en el lenguaje cómodo de sus palabras para seguir expresando sus historias en un papel. La gira a la que decidió llamar Ferrocabral, fue como una apología para que nunca se nos olvidara que su música se hizo leyenda y que por eso ha logrado expresarla en nueve idiomas, y que no le ha importado nada más que cantar, que se ha codeado con muchos artistas y a lo largo de sus 40 años de carrera ha dejado cientos de frases enmarcadas para la historia.
Hoy, cuando Facundo, ese hombre que ha ocultado sus ojos detrás de unos lentes oscuros silencie su guitarra y el micrófono se apague, entenderemos que él ha vuelto a la niñez, y que después de cuatro décadas decidió escapar de nuevo para refugiarse en sus libros, y que lo hará recordando cuando apenas era un niño y decidió escapar del hogar y caminó como un judío errante para convertir su guitarra en su eterna compañera y escribir canciones que pusieran a hablar a la gente, esa misma multitud que nunca logró callarlo, porque ni en su exilio mexicano de cuenta de la dictadura de Rafael Videla, Facundo se atrevió a cortar las cuerdas de su guitarra, porque sencillamente su voz parece eterna, está llena de magia, de la cual salen mentiras cantadas que al final terminan convirtiéndose en poemas verdaderos para la historia.
Cabral, el hombre que al crecer supo que la libertad era para vivirla, y que logró convertir una de sus canciones en un himno del peregrino No soy de aquí, ni soy de allá, ha llenado su vida de armonías perfectas que han logrado que su nombre se pronuncie en todo el mundo, sin importar el artista o el país, cualquier cantante siente gratitud por Cabral y su estilo, su verdad aferrada a las mentiras y sus versos llenos de amor, nostalgia, y reflexiones con sentido social. Así está llena la vida de este trovador de sueños, de este amante del folclor, y buen intérprete de la guitarra con la que construye frases a veces inconclusas, en ocasiones llenas de sarcasmo, pero siempre con la verdad a cuestas, así ésta se tarde en comprender.
Facundo Cabral estará acompañado de su estilo, el que no ha abandonado nunca, porque nunca le interesó imitar a nadie, con su forma de ser cantará como despedida en Medellín, con todas sus canciones, con sus versos y su magia, para decirle a los asistentes que aunque se aleje no se morirá porque sus letras y su voz son eternas.

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